viernes, 24 de mayo de 2013

Un robot desciende a un lago bajo una capa de hielo de 800 metros de grosor

Un robot ha visitado un singular lago de agua líquida, que, sepultado bajo unos 800 metros de hielo en el punto de descenso, no ha visto la luz del Sol en milenios. El robot ha transmitido imágenes de este fantasmal entorno, que podría parecerse en algunos aspectos al océano atrapado bajo una corteza de hielo en Europa, una luna de Júpiter. Se ha confirmado además que hay vida en el lago.

Cuando el investigador Alberto Behar del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California, se unió a una expedición internacional a la Antártida para explorar ese lago subglacial, en el marco del proyecto WISSARD, se llevó consigo un singular minisubmarino robótico diseñado y financiado por la NASA, con la meta de hacerlo descender en ese lugar ignoto y nunca antes explorado.


Este pequeño robot, con un tamaño y una forma similares a los de un bate de beisbol, está diseñado para alcanzar sitios a los que difícilmente podría llegar un ser humano (o que incluso es imposible), y para hacerlo del modo lo menos invasivo para el lugar visitado. Para su aventura, el minisubmarino robótico MSLED dispuso de sensores químicos hidrológicos y un sistema de captación de imágenes de alta resolución. Las cámaras y los demás instrumentos le permiten al robot acuático caracterizar aspectos de la geología, la hidrología y la química de su entorno. 

           
                                                             Verónica Porras Viana y Noelia Benavides Garrido

No hay comentarios:

Publicar un comentario